El Grupo Clarín siempre tuvo problemas con los gobiernos. Resistió los ataques de radicales, peronistas y hasta de los más crueles militares. Y el Grupo sigue ahí, inalterable, cada vez más fuerte. Pero nunca nadie había ido tan en serio.
La propuesta para una nueva ley de radiodifusión fue una verdadera declaración de guerra. Además de que Clarín debería desprenderse de muchas licencias, la idea ataca directamente al corazón: busca estatizar el fútbol argentino, un negocio que, según el diario Crítica de la Argentina, ronda los 9000 millones de pesos por año y que pertenece mitad al grupo y mitad a Torneos y Competencias.
El multimedios no se queda de brazos cruzados. El contragolpe llegó casi de inmediato. En todos sus medios de comunicación está denunciando la “interferencia que han sufrido las señales de Canal 13, TN, Radio Mitre y La 100” durante tres días consecutivos. Claro está, aunque no lo digan, todos los cañones apuntan al gobierno. Si esto es cierto, es gravísimo. Si esto no es cierto, también es gravísimo.
No hay buenos y malos. Son dos todopoderosos que se pelean. Las cartas están en la mesa. Kirchner cantó envido y Clarín respondió con un real envido. En el truco siempre hay un ganador. Uno solo. No hay vuelta atrás.
1 comentario:
Tal vez no sea cuestión de ganar y perder. Tal vez sea posible que las mayorías argentinas se sientan satisfechas con la Nueva Ley. No es sensato dejar que las concentraciones de medios hagan políticas escudados en las libertades de prensa, y como si estio fuera poco, acusen al Gobierno de censuras varias, tal como han hecho ante la SIP,
Yo no estoy segura que pueda solucionar ésto la nueva Ley... De todas maneras, es preciso una reforma en serio, porque ya sabemos quiénes fueron sus mentores en épocas dictatoriales.
Un abrazo!!! Pasaré a leerte más seguido...
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