Y justo llegó el 24 de marzo.
En medio de una discusión que podría ser saludable, pero que vaya uno a saber por qué, muchos prefieren el escándalo y los gritos. La discusión sobre la inseguridad. Sobre la que sentimos todos los argentinos, o la mayoría. Se escuchan muchas voces. De derecha, muchas, y algunas también de izquierda. Desde Susana Giménez hasta Felipe Pigna, pasando por Tinelli, Cacho Castaña y Moria Casán.
Y justo llegó el 24 de marzo.
La polvareda se levantó debido a las desafortunadas declaraciones de Susana Giménez, cuando dijo que “el que mata tiene que morir” luego de conocer el asesinato de su florista y amigo. Algunos la criticaron, otros la defendieron. Pero el tema se instaló: ¿hay que aplicar en Argentina la pena de muerte?
Y justo llegó el 24 de marzo.
Los políticos están en su tinta. Nada mejor para un año electoral que discutir sobre el eterno cáncer argentino. Desde De Narváez hasta Néstor Kirchner levantaron el guante y se muestran como los que están más preparados para combatir la inseguridad. Ninguno dice cómo lo va a hacer. El Pro peronismo, aún sin candidato oficial, se muestra como el partido que va a traer “mano dura”.
Y justo llegó el 24 de marzo.
Los medios de comunicación juegan un rol determinante. Generan una sensación de inseguridad exagerada. Cuentan lo que pasa, sí, pero de una forma y con una magnitud que no hace más que asustar a la gente. Ejemplo: Carolina Baldini fue asaltada y se salvó de ser agredida porque tenía un auto blindado; entonces se llenó de informes sobre autos blindados. Como si cualquier argentino pudiese blindar su auto.
Y justo llegó el 24 de marzo.
Desde el dolor, algunas madres piden la pena de muerte. Está comprobado que la pena capital no reduce la inseguridad. Y desde la ignorancia y la estupidez, algunos se quejan de que hay que pagar impuestos para los asesinos, y piden hacer un paredón para matar a todos los delincuentes en la Plaza de Mayo. ¿Justo ahí tenía que ser, Cacho? ¿Justo en la plaza de las madres y de las abuelas?
Y justo llegó el 24 de marzo.
4 comentarios:
Bien, estoy de acuerdo, es paradójico el hecho de conmemorar tanto derramo de sangre entre tanto derramo de sangre y aún más conmemorarlo pidiendo que se derrame más. Algunas personas plantean el hecho de que la democracia mató más gente que la dictadura, sin embargo, previo al golpe del 76 la situación era otra. Lo que quiero decir es que no fue solo un genocidio, sino que también entre políticas ortodoxas, y representando los intereses del consenso de Washington (me siento Chávez), se devastó el sistema productivo de un país que intentaba ser industrializado, que intentaba generar puestos de empleo y había disminuido significativamente el nivel de concentración económica, algo poco visto en naciones capitalistas periféricas.
A quienes hoy muchos piden a gritos que los borren de la faz de la tierra, son producto de un sistema marginal y de la indiferencia de una sociedad que, ahora que están matando, dejó de ser indiferente.
El mejor camino para combatir la inseguridad va de la mano del progreso cultural, y a esto me refiero con la educación.
Lamentablemente lo instalado ya está, auque puede reducirse e smuy dificil cambiarlo, apliquemos politicas educativas a largo plazo, puestos de trabajo, avancemos economicamente en la sociedad.
Pero, de todas formas, con respecto a la pena de muerte, todos consensuamos que no es correcto, pero... ¿que pasa si te matan a tu familia?. Es un tema delicado no podria opinar con libertad bajo mi contexto actual.
Muy bueno el articulo Mati.
Es necesario no caer en el error de encontrar la solucion a los problemas de seguridad al establecimiento de la "mano dura". La pena capital es uno de los actos mas aberrantes que pudiera
existir en un sistema judicial. El solo hecho que el dictamen de una persona determine la vida o muerte de otra es dificil de digerir.
Lo parádojico de vencer la violencia con violencia, un retroceso en el raciocinio del ser humano. Es cierto que lo que ha sido instaurado es muy dificil de modificarlo; pero el hombre no nace siendo violento, sino
que es producto del entorno en el cual forma sus relaciones sociales. La solucion está en la educación, el progreso cultural, pero, realmente creemos que los gobernantes de turno quieren nuestro progreso, cuando la ignorancia es su herramienta mas poderosa de control y dominio?. Es realmente triste que en el dia de la memoría, del nunca más, nos encontremos con gente que pide una lucha fuego contra fuego, demostrando que no aprendemos del pasado, y mas cuando proviene de gente que, se quiera o no, ejercen influencia significativa en la gente por su caracter público.
Al pueblo se lo debe alimentar, para luego poder educarlo.
Leía en Página 12 que en la marcha por la memoria, había un cartel que decía: "la pena de muerte es un retroceso en cuatro patas".
No somos animales. Somos personas.
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